Una ruta alternativa para viajeros intrépidos
Estilizadas palmeras y espectaculares framboyanes flanquean las calles. El calor tropical y la música, que fluye por todos los rincones, anestesian las angustias de un bloqueo, que tiene mas años que la mayoría de las sensuales mulatas que nuestros ojos devoran nada más tomar tierra. Y es que el calor, la luz y la música, que se te mete por los poros en cuanto pones los pies en la isla de la Revolución, termina por difuminar España en la memoria, como si ese país se encontrase en otro planeta. Porque Cuba, es otra cosa..
Hasta que, hace dos años, se inauguró el nuevo Aeropuerto Internacional de La Habana, la mayor parte del turismo español llegaba a la isla por el Aeropuerto de Varadero, una localidad integra (y escandalosamente) y turística. Durante mucho tiempo Varadero, feudo de “pepillos” (así llaman a los turistas españoles despistados), ha sido una colonia marginal, ya que solo los cubanos domiciliados en la ciudad podían encontrarse en ella. Dicho de otra manera, si la policía turística pedía la documentación a un/a cubano/a en Varadero y no constaba como vecino de la ciudad, debía abandonarla inmediatamente. Esta es solo una de las paradojas legales del gobierno castrista.
Si no te gustan los hoteles de lujo, y en Varadero hay más hoteles que edificios, ni los convencionalismos turísticos, sal corriendo en cuanto dejes el aeropuerto, porque Varadero es la capital cubana del “pepillo”. Pero antes, haz una paradita en el lago natural, adaptado como delfinario, que encontrarás a las afueras, en la carretera de La Habana. Con un poco de suerte tendrás la oportunidad de bañarte con delfines, un experiencia única a la que podrás acceder en muy pocos lugares del mundo.
Si has llegado a Cuba por el nuevo Aeropuerto de La Habana, la oferta de posibilidades es mucho mayor. No deberías perderte los puntos obligados en una buena peregrinación por la capital de la Revolución... el paseo por el Malecón cogido de la mano de una mulata, o de un mulato, es imprescindible. Por cierto, quédate con el espectacular edificio colonial al inicio del paseo marítimo, es la Embajada Española, y ahí podrán echarte una mano si tienes cualquier tipo de problema. Tampoco debes olvidar la foto obligada frente al Capitolio, replica exacta del norteamericano, plagiada por el dictador Batista antes de la llegada de Castro al poder; ni de tomarte un daikiri en “La Bodeguita de En Medio”, donde lo hacía Hemingway. Déjate caer por La Fortaleza a la puesta de sol, y presencia el ritual cañonazo que antaño notificaba a los habaneros que se cerraban las puertas de la ciudad llegada la noche. Los uniformes coloniales de los guardianes de la fortaleza son dignos de ver.
Por la noche la discoteca “Haché”, o la lujuriosa “La Maison”, entre otras, te ofrecerán un espectáculo que tampoco verás en ninguna otra parte del mundo; cientos de muchachas y muchachos, blancos, negros, mulatos, trigueños, mestizos... de todas las complexiones, y colores, dispuestos a canjear caricias apasionadas por un poco de consumismo occidental. Y es que las jineteras y los jineteros han convertido Cuba en la capital americana del sexo fácil, o al menos barato. Lo de fácil es cuestionable, porque los cubanos tienen terminantemente prohibida la entrada en los hoteles de turistas, así que tendrás que conformarte con un revolcón en la playa, o aceptar alguno de los cuartos en una casa particular que te ofrecerán por las calles de la Habana Vieja en cuanto te vean pasando con un isleño del otro sexo... o a veces del mismo. Un consejo, negocia siempre el precio antes. Tanto si vas a tomar una habitación como si vas a coger un taxi, cierra antes el precio, o de lo contrario te encontrarás con la desagradable sorpresa de unas tarifas desorbitadas. Y siempre, siempre, siempre utiliza preservativo. La dura e impía realidad es que el cuerpo que estás acariciando ha pasado antes por muchas otras manos... y lo demás...
Salir de La Habana.
Cuba ofrece mucho más al viajero. Puedes hacerlo en autobús, en un taxi del gobierno, en un coche alquilado o en un botero. Yo te recomiendo esto último. Los autobuses difícilmente cumplen los horarios, y te asombrará ver a lo largo de todas las carreteras grupo de personas, hechas de pura resignación, que llegan a pasar la noche a la intemperie y en los destartalados autobuses cedidos por la Expo de Sevilla, u otros similares, no han pasado porque se les ha caído el motor... Los taxis, y no digamos los coches de alquiler, son extremadamente caros. En cuanto a los boteros, su trabajo es ilegal, pero si el propietario del coche está dispuesto a correr el riesgo, por 10 o 20 dólares tendrás coche para todo el día, y un guía nativo.
A pocos kilómetros de la capital se encuentra Guanabacoa; “la mata” de la brujería. El viajero, que no el turista, que decida adentrarse en los caminos de la auténtica magia afrocubana dispone en la misma Guanabacoa de infinitas posibilidades. En casi cada cuadra (manzana) existe una santera, un palero o un babalao que puede conducirle a un ritual auténtico, otra cosa será que su estómago pueda soportarlo...
Esteban Valdés es uno de los más reputados. Además de practicar el Palo Mayombe, uno de los ritos más fiel a la tradición mágica africana, es babalao, hijo de Orula -el oricha de la adivinación- y por tanto conocedor del pasado y el futuro. Una visita a su templo-consulta supone toda una experiencia de magia afro-cubana. Pero cuidado, encontrarás a cientos de supuestos “grandes brujos” que se ofrecerán a solucionar todos tus problemas magicamente por un puñado, un gran puñado, de dólares. Desconfía. La santería es una religión, y como tal un acto sagrado. La consulta al santero no pasa de 3 o 4 dólares, si te piden más te estas enfrentando a un “Rappel” a la cubana... tu mismo.
Muy cerca tienes la Playas del Este, en Guanabo. Date un respiro. Déjate querer por el sol del Caribe y por las caribeñas/os, porque en cuanto te tires sobre la arena, inevitablemente te convertirás en centro de miradas lujuriosas... bueno, tu cartera será el objeto de esas miradas. De cualquier forma, pronto se te acercarán mulatas o mulatos dispuestos a establecer una relación. Prepárate, porque jamás en tu vida te harán tantas propuestas de matrimonio. La mayoría de jóvenes cubanos, los que no vivieron la Revolución ni la dictadura de Batista, harán cualquier cosa por salir de la isla, y todo turista en Cuba es a ojos cubanos, de alguna manera, un pasaporte al exterior.
Tienes aún muchos días por delante, no te dejes seducir demasiado pronto por un lugar, es mi consejo. Sigue hacia el interior, hay cosas fascinantes por ver. En Matanzas, por ejemplo, si tienes valor, puedes conocer la Sociedad Secreta más temida de todo el Caribe: los Abakua. Los descendientes de los esclavos negros traídos del Carabalí africano, pertenecientes a la temida casta de los “Hombres Leopardo” aun mantienen su tradición en algunos “plantes ñañigos”. En Matanzas existe uno de los últimos: Uriabón Efi. Si tienes suerte podrás asistir a una de sus espectaculares procesiones. Magia, baile, tambores y sangre, mucha sangre. Vas advertido. Los sacrificios de animales a los Orixas son muy excitantes, pero en algunos lugares deberás “comulgar” tu también si quieres acceder a los ritos secretos. Es decir, deberás beber la sangre del sacrificio. Es el único requisito que te pondrán si la ceremonia es auténtica (si no lo es te pedirán dinero). Tranquilo, la sangre sabe más dulce de lo que imaginamos los occidentales. Imagínate unas morcillas...
¿Quieres más emociones? Regatea, discute, negocia hasta conseguir un buen precio (10 dólares siempre es una buena sugerencia) y alquila una lancha para remontar el río en Guamá hasta la aldea Taína. Allí te encontrarás la reconstrucción de un poblado indígena tal y como era antes de que llegasen los españoles con la “civilización” y la “religión verdadera”, y terminasen por eliminar toda la población taina, que después sustituyeron por los esclavos negros traídos de Africa.
El paseo te abrirá el apetito. Busca una “Paladar”, es mucho mejor y mas barato que los restaurantes. Las “paladares” son una especie de casas de comidas improvisados por una familia en su propia vivienda, y en los últimos 5 años se han extendido por toda Cuba. Echarás una mano a una familia a la que le vendrá bien tu ayuda y disfrutarás de la verdadera comida criolla.
Y si quieres una aventura de verdad, toma el “carro” y métete en la “ocho vías” rumbo al sur. La “ochovías” es una ¿autopista? construída en los años 50 que no ha sido jamás restaurada a causa del bloqueo. No te emociones con el acelerador. Sobretodo si conduces de noche, porque lo de “autopista” es una forma de hablar. Te cruzarás bicicletas, carromatos y más de una vaca suicida que atraviesa la mediana sin preocuparse del tráfico. Así que ándate con ojo.
En 5 o 6 horas puedes llegar a Trinidad, un paraíso colonial escenario de muchas películas de cowboys. Muchos astros de Hoollywood han pisado aquellas calles, y sobretodo la vieja torre cercana a la Catedral, donde Anthony Queen ha caído bajo las balas del villano en tantas ocasiones...
Pasea. Las calles de Trinidad son en si mismas un espectáculo digno de verse. Y si quieres comprar arte, antigüedades, o simplemente una excursión por los alrededores pregunta por Gonzalito en cualquier hotel y dile que vas de mi parte...
Como en todo Cuba, en Trinidad podrás elegir entre las lujosas playas para turistas, en muchas de ellas los cubanos tienen prohibido el acceso, o las humildes playas para el turismo nacional. Si quieres tumbonas, motos de agua y daikiris elige las primeras. Si quieres conocer Cuba ve a La Boca y empápate de sus gentes. Gozaras de los cubanos de verdad.
Y ya puestos, ¿por qué no te aventuras a conocer la historia real del país? Anímate a acercarte al Valle de los Ingenios. Está a menos de una hora de Trinidad. Una vez allí, si te atreves, te sugiero alquilar un caballo (también puedes ir en coche a casi todos) y perderte por los antiguos ingenios azucareros donde los esclavos recogían la cosecha para los viejos colonos españoles. Conocer en su contexto el drama de la esclavitud siempre es aleccionador.
Contempla la Torre de vigilancia desde la que se controlaba el trabajo de los esclavos, y la enorme campana que los llamaba al rancho... como si fuese el estímulo del neurofisiólogo Paulov usaba con sus animales para enseñarles cuando podían comer, y cuando trabajar...
En esas viejas plantaciones, hoy cedidas por el Estado a familias de campesinos, conocerás la Cuba real. La Cuba de las limitaciones y las carencias. La Cuba que sufre el bloqueo. Ahí no hay jineteras, ni “paleros de todo a 100”. Ahí está la Cuba auténtica. Merece la pena.
Se te están acabando las vacaciones, pero queda aún mucha Cuba por ver. Debes disfrutar de los conciertos de La Canchánchara, o dejarte llevar a Cienfuegos para conocer paisajes espectaculares. Sigue la costa. Hay muchos puertos donde puedes alquilar un equipo de buceo y conocer las barreras de coral que, en los enclaves turísticos están absolutamente destrozadas por los salvajes europeos, que quieren llevarse un souvenir original... España, Italia y Alemania están llenas de pisapapeles de coral robados por inconscientes “pepillos”. Renuevo mi consejo, salte de los circuitos turísticos, y encontrarás bajo las aguas un espectáculo tan conmovedor e impresionante como en la superficie.
Siguiendo hacia el sur, hacia Santiago de Cuba, el viajero puede encontrarse con otras formas de vida poco menos miserables que las de los viejos esclavos; los balseros refugiados en la base norteamericana de Guantanamo. Cientos de cubanos apiñados en condiciones de vida miserables que esperan entrar en el sueño americano de la mano de los salvadores yankis. De nuevo la supremacía de la raza blanca se erige en salvadora de los "primitivos indígenas", que buscan en la cultura del dolar un espejismo de prosperidad y realización personal que, por desgracia, pocas veces se cumple. Ojalá los orichas les sean propicios...
CUADERNO DE VIAJE Y CONSEJO ÚTILES:
COMO IR: Puedes viajar a Cuba con cualquier compañía aérea europea o con las líneas aéreas cubanas. La diferencia de precios y prestaciones es notable. Si viajas, por ejemplo, con Iberia, el precio del billete puede ascender a casi 130.000 pesetas, mientras que en Cubana de Aviación puede rondar las 75.000 (tasas aparte). Lógicamente los aviones cubanos son un poco mas incómodos y los servicios mas limitados.
INFORMACIÓN: Puedes obtener muchos datos sobre desplazamientos interiores, hoteles, cultura, etc, en todas las agencias de viajes. Cuba es un destino muy solicitado. Pero si no quieres esperar colas acude directamente al departamento de turismo de la Embajada de Cuba en Madrid. Los tienes en el Paseo de la Habana, 194, 28036. Telefono, 91 359 25 00.
¿Y SI TENGO PROBLEMAS?: Cuba es un pueblo muy hospitalario. Si tienes algún problema te ayudarán enseguida, pero es útil llevar a mano los datos de nuestra embajada en La Habana. Está en la calle Cárcel (esquina a Zulueta). Teléfono 33 80 35/26
DINERO: Paradógicamente Cuba es un país muy caro. Prepárate para gastarte los ahorrillos. La moneda oficial es el Peso, sin valor fuera de la isla, pero los turistas tienen que pagar siempre en dólares, así que olvídate de cambiar pesos y compra dólares antes de salir de España, en Cuba te hacen un cambio muy pobre.