Para comprender esta dimensión de la cultura religiosa africana es imprescindible conocer la filosofía cultural del continente, y dos conceptos fundamentales en la concepción del más allá africano: el Sasa y el Zamadi.
En la mayoría de las tres mil tribus existentes en África el concepto del tiempo, crucial en la filosofía africana, no transcurre del presente al futuro. sino del presente hacia el pasado. El hombre, tras la muerte, evoluciona como "muerto vivo" en el Sasa (pasado inmediato). Mientras su nombre sea recordado por algún conocido continuará viviendo en el Sasa, y como tal podrá manifestarse a sus seres queridos. Al cabo de los años, a medida que desaparecen sus familiares y amigos, ese hombre (su recuerdo) va diluyéndose en el Sasa hasta desaparecer en el Zamadi (pasado remoto), momento en que muere definitivamente. En Zamadi es donde pervive Dios, los héroes nacionales y los antepasados.
Esos espíritus del Sasa pueden ser causa de enfermedades u otras desgracias para un poblado o familia, como plagas, accidentes, etc. En esos casos se acude a los "médicos tradicionales", en su dimensión de médiums.
En su fundamental obra “Entre Dios y el Tiempo; Religiones tradicionales africanas” (Editorial Mundo Negro, 1990), Jhon Mbiti, doctor en filosofía nacido en Kenia pero formado en EEUU e Inglaterra desarrolla meticulosamente estos conceptos, imprescindibles para comprender la concepción africana del más allá. Y en ella encontramos suficientes ejemplos de cómo el espíritu de un ser humano, que ha conseguido superar el periodo de Sasa, rebasando la frontera del Zamadi, trasciende la condición de mero espíritu desencarnado, para alcanzar la categoría de divinidad.
La tribu de los Shiluk, por ejemplo, cree que el fundador de su pueblo, Nyikang, que también fue su primer jefe, esta próximo a dios, y en sus oraciones le mencionan, creyendo que actuara como intermediario entre ellos y dios
Según John Mbiti, entre dioses, semidioses, divinidades, espíritus de la naturaleza, espíritus ancestrales, etc, los herederos de los pueblos Yoruba tienen 1700 divinidades. Las investigaciones realizadas por los mayores expertos en la religión afrocaribeña; los babalaos –quienes además de ejercer el sacramental don de la adivinación son unos consumados estudiosos teóricos de los origenes de la religión- han realizado extraordinarios descubrimientos sobre el fundamento histórico de algunos de sus principales dioses (orishas).
En su opinión, divinidades que hasta hace poco eran consideradas como mitos folclóricos sin base histórica, en realidad se trata de seres humanos que existieron físicamente y que tras la muerte, trascendieron su condición mortal, convirtiéndose en auténticos dioses. Changó, el orisha del trueno y el hierro, no es sólo un personaje mítico, sino que fue uno de los primeros soberanos que reinaron en Africa... Tal vez, desde este punto de vista, algunos grandes líderes africanos que viven en nuestro siglo, se conviertan en dioses el siglo que viene...
DIOS TAMBIÉN ES NEGRO
Para antropólogos, sociólogos, teólogos e investigadores, resulta sorprendente observar como la religiosidad africana ha asumido formas de religiosidad, propias y extrañas, adaptándolas a su concepción racial y cultural.
El Islam y el Cristianismo, que han convertido aparentemente a la mayoría de países africanos, deben coexistir con las religiones animistas ancestrales, sin embargo, para facilitar su asimilación, nos encontramos constantemente representaciones de Mahoma y de Jesús como si fuese un hombre de raza negra.
Más aún, movimientos pseudo-religiosos, como el contactismo OVNI, han comenzado a introducirse en muchas tribus africanas, utilizando la estrategia de representar a los alienígenas, también como seres de raza negra. Así que no debe sorprendernos encontrar, en diferentes países africanos, libros o revistas ufológicas, en los que los platillos volantes aparecen tripulados por extraterrestres de color...
