En diciembre de 2016, al incluir en Google la palabra vidente aparecen más de 7.200.000 entradas. La mayoría, al menos las primeras páginas, son anuncios de profesionales de la adivinación que ofertan sus servicios, pero muchos de ellos son estafadores. Según uno de mis estudios, publicado en la revista Policía, es posible seguir unas pautas para evitar las estafas esotéricas.
1. Los últimos casos procesados policialmente coinciden en que los falsos videntes realizaban campañas de publicidad no controlable legalmente, imprimiendo folletos que repartían en la calle, a través de buzoneo, etc.
2. Desconfíe del vidente que pasa consulta en un hotel o habitación alquilada. Procure siempre que la consulta sea en un lugar «controlado».
3. Los precios por una consulta mántica (tarot, lectura de manos, astrología, etc.) en el mercado esotérico oscilan entre los veinte y los sesenta euros. Una tarifa mayor puede indicar un abuso y una intención de estafa.
4. En caso de que le diagnostiquen un «mal de ojo» y le propongan un «trabajito» recuerde que, según la ley, un cobro injustificado de más de trescientos euros está contemplado como delito de estafa; si la cifra reclamada es menor, solo está tipificado como falta.
5. Desconfíe de aquellos videntes que por iniciativa propia se pongan en contacto con usted para advertirle de terribles desgracias que le esperan, de las que dicen pueden protegerle a cambio de dinero.
6. Jamás someta su dinero en efectivo o joyas a rituales de purificación mágica, y si tiene el capricho de hacerlo, utilice bolsas transparentes y no pierda el dinero de vista.
7. Siempre que sea posible acuda acompañado de un amigo a la consulta. Además de contar con un testigo presencial —que podría declarar en un juicio—, tendrá el consejo de alguien menos afectado por su problema, y por tanto más objetivo a la hora de detectar un posible timo.
8. En caso de entregar una gran suma de dinero a cambio de un trabajo de magia, exija un recibo o factura. Solo así podrá demostrar el pago si se trata de una estafa. Si no le pueden expedir un recibo, no pague en efectivo, hágalo con un cheque nominativo a nombre del vidente. Esto podría ser utilizado ante un tribunal como prueba.
9. Suponiendo que lo paranormal exista, estos fenómenos son aislados y escurridizos. Desconfíe del profesional que ostente alegremente supuestos poderes sobrenaturales, y si le es posible, consulte a un ilusionista. Cuidado especialmente con el truco de los huevos.
10. Y, sobre todo, no tema denunciar una estafa. Ningún falso brujo que recurra al fraude tiene poderes mágicos reales para hacerle daño. De tener poderes, no necesitarían recurrir a engaños.
Siguiendo esas diez pautas, y si todavía le quedan ganas al lector de confiar su futuro a un vidente, resultará mucho más difícil que le estafen. Y, de hacerlo, al menos tendrá las herramientas legales para presentar una denuncia e intentar recuperar el dinero estafado.
Pero ¿qué ocurre cuando el fraude llega arropado por todo el poder y los recursos de grandes medios de comunicación y agencias de publicidad?