Eugenio Siragusa nació el 15 de marzo de 1919 en Mascalucia (Italia). Funcionario de arbitrios en Catania, dejó su trabajo para dedicarse integramente al contactismo a mediados de los años sesenta.
El primer contacto de Eugenio Siragusa con los OVNIs se produjo el 25 de marzo de 1952. Aproximadamente a las seis de la mañana Siragusa se encontraba en la Plaza de los Mártires de Catania (Italia). A causa de sus deberes laborales no podía celebrar su 33 cumpleaños en compañía de su familia. Siragusa fue rescatado de sus pensamientos por un objeto luminoso que apareció en el cielo italiano. El OVNI proyectó un haz de luz que impactó contra el cuerpo de Siragusa despertando -según afirma el propio Siragusa-, algún tipo de proceso evolutivo espiritual en él, que duraría unos diez años.
El primer contacto de Eugenio Siragusa con los OVNIs se produjo el 25 de marzo de 1952. Aproximadamente a las seis de la mañana Siragusa se encontraba en la Plaza de los Mártires de Catania (Italia). A causa de sus deberes laborales no podía celebrar su 33 cumpleaños en compañía de su familia. Siragusa fue rescatado de sus pensamientos por un objeto luminoso que apareció en el cielo italiano. El OVNI proyectó un haz de luz que impactó contra el cuerpo de Siragusa despertando -según afirma el propio Siragusa-, algún tipo de proceso evolutivo espiritual en él, que duraría unos diez años.
Transcurrido ese tiempo Eugenio Siragusa fundaría en Italia el Centro de Estudios para la Fraternidad Cósmica, uno de los grupos de contactados más importantes en la historia de la ufología mundial. Por esas fechas Siragusa viviría su experiencia más importante como contactado; el primer encuentro físico cara a cara con los extraterrestres. Según su propio relato, ocurrió en la falda del volcán Etna. Allí acudió Siragusa "guiado por fuerzas invisibles" y allí se encontraría por primera vez con los supuestos alienígenas con quien dice contactar.
Como la mayoría de los contactados importantes Eugenio Siragusa tuvo una gran proyección social, en Italia primero y en resto del mundo después. Viajó a España, Perú, etc. Escribió a las principales autoridades políticas, religiosas y económicas del mundo advirtiendo el inminente cataclismo que se avecinaba. Desde el Papa, hasta el presidente de los Estados Unidos "Ike", pasando por Sai Baba, recibieron sus amonestaciones en nombre de los extraterrestres.
Siragusa dio docenas, quizás cientos, de conferencias en diferentes países advirtiendo contra la energía atómica, la contaminación ecológica y crisis de los valores morales, y advirtiendo de un inminente cataclismo mundial.
Con una energía, fuerza y carácter que pocos contactados han podido igualar, sin duda Eugenio Siragusa ha sido una especie de "Adamsky europeo" y quizás el contactado más temperamental de la historia.
Eugenio Siragusa afirma haberse comunicado con seres extraterrestres con nombre propio como Asthar Sheran, Link, Woodok, etc, aunque sin duda su principal fuente de mensajes era el supuesto "genio solar" o “elohim” llamado Adoniesis. Los mensajes de Siragusa, como casi los de todos los contactados, tienen un carácter marcadamente apocalíptico, aunque los mensajes de Siragusa tienen un matiz marcadamente ecologísta: "¡La Tierra vive! La Tierra es una madre generosa. Si no la amáis, no os amará, os negará la linfa vital...".
Siragusa ha recibido, o al menos redactado, miles de mensajes de supuesto origen extraterrestre entre principios de los años sesenta y finales de los setenta. A partir de los ochenta la frecuencia y profundidad de los comunicados va espaciándose y decreciendo. Los mensajes de Siragusa son duros, simples y directos. No pierde el tiempo en ambigüedades: humano cambia tu actitud, cuida el planeta o el planeta de matará. Además Siragusa profetizó un asteroide que arrasaría la Tierra, y una serie de cataclismos naturales en serie que, al menos todavía, no se han producido.
Rodeado de polémica, Eugerio Siragusa fue involucrado en dos casos delictivos que terminarían llevándolo a la cárcel. Por un lado, dos fanáticos seguidores de los extraterrestres terminaron sacrificando a su hijo -un bebe de pocos meses- para "liberarlo de su reencarnación", y según las autoridades italianas los parricidas podían estar influenciados por las doctrinas cósmicas de Siragusa. Por otro lado, un joven matrimonio americano de seguidores de Siragusa acusó al contactado de abusos sexuales y "control mental". Ambos escándalos afectaron seriamente la credibilidad de Siragusa, igual que su salud, terriblemente resentida después de sus estancia en prisión. De nada sirvió que fuese absuelto por la justicia italiana, sin cargos. El daño estaba hecho, y Eugenio Siragusa y su grupo CSFC, fueron tildados de secta destructiva en medio mundo.
Hacia 1978, con la delegación gallega sólidamente asentada, y después de estos escándalos, Eugenio Siragusa afirmó en un comunicado enviado a todas las sucursales de CSFC que su labor pública había llegado a su fin: "lo que hay que decir está dicho". Sin embargo sus apasionados seguidores continuaron acudiendo a él, impidiendo su retiro definitivo como contactado.
Casado y con dos hijos de su primer matrimonio, se separó de su primera esposa poco después de fundar el Centro de Estudios para la Fraternidad Cósmica (CSFC). Mas tarde entablaría relaciones con Miguela Lecha, su actual compañera con la que tiene un hijo: Elí, llamado a ser el futuro líder.
Actualmente Eugenio Siragusa continua viviendo en Italia, aunque parcialmente apartado del mundo del contactismo. Su "hijo espiritual", el estigmatizado Giorggio Bongiovanni ha tomado el relevo en el liderazgo del grupo.
Y Giorgio Bongiovanni, con su hermano Filippo, viajó de nuevo a Galicia, siguiendo los pasos de su “padre espiritual”, veinte años después. Y en Galicia, junto con Cataluña y Euskadi, se establecieron sus delegaciones más sólidas, y en algún caso radicales. Baste mencionar que el “arca de La Coruña” de Nonsiamossoli (prolongación en el tiempo del CSFC de Siragusa), terminó por protagonizar un cisma del grupo original, radicalizando sus creencias, hasta el extremo de motivar una de las últimas actuaciones policiales contra sectas destructivas en España, y la más importante de Galicia hasta la fecha.